ABDUCCIONES SECUESTRADOS POR Las denuncias de raptos de personas por parte de alienígenas constituye la mayor incógnita de ese otro gran misterio llamado "fenómeno ovni". ¿Qué se pretende con esos presuntos secuestros? ¿Una maniobra genética? ¿Dónde termina la fantasía y empieza la realidad? ET Los casos denunciados de abducciones no cesan desde la década de 1960. Todos sus protagonistas coinciden en un detalle: haber sido deslumbrados por una nave espacial. Luego, perdieron el conocimiento. SECUESTRADOS POR ET A Intonio Vilas Boas jamás pudo olvi- dar lo que le pasó la noche del 15 de octubre de 1957. Mientras camina- ba por un camino rural del estado brasileño de Mi- nas Gerais, Vilas Boas-un campe- sino de 22 años- dijo que un grupo de hombrecitos calvos y de ojos gatunos lo lle- varon por la fuerza al interior de una nave espacial y lo acostaron, desnudo, sobre una camilla. Tras examinarlo y extraerle muestras de sangre, el joven contó que sus captores le untaron el cuerpo con una cre- ma refrescante y lo trasladaron a un com- partimento donde se hallaba una "dama ex- traterrestre de un metro y medio de estatura, rubia y de pómulos salientes y piel pecosa, que avanzó sonriente hacia mí, tendiéndo- me los brazos". El desenlace, que Vilas Bo- as narró con lujo de detalles, fue tan previ- sible como la ola de estupor que su relato desencadenó en la opinión pública. Aquel joven campesino brasileño, tal vez sin proponérselo, había inaugurado un nuevo y apasionante capítulo en la historia de los Objetos Voladores No Identificados: la del rapto de desprevenidos terrícolas por parte de aviesos alienígenas. A este singu- lar fenómeno, los ovnílogos o ufólogos (de UFO, siglas inglesas de Unidentified Flying Object) han convenido en llamarlo abduc- ción, vocablo que en Derecho es sinónimo, precisamente, de rapto. Los testimonios de presuntos secuestrados por extraterrestres comenzaron a multipli- carse a partir de la década del sesenta, tan- to en Brasil como en los Estados Unidos, en Italia, Japón y Australia. También hubo ca- sos de abducción en la Argentina. Práctica- mente no quedó rincón en el mundo que no registrara denuncias de personas que infor- maban no sólo haber visto ovnis, sino tam- bién haber sido llevadas a bordo de platillos volantes en contra de su voluntad. Aunque los casos denunciados suelen dife- rir en sus detalles, la mayoría sigue un pa- trón similar. Lo más sugestivo es quizás la afirmación común de que tras haber obser- vado un ovni, las víctimas comprobaron que no recordaban nada de lo sucedido in- mediatamente después de la visión. En los días o semanas posteriores, los supuestos raptados experimentaron pesadillas o an- siedad extrema. Sólo al cabo de un tiempo comenzaron a recordar-casi siempre me- diante hipnosis- que habían sido secues- trados por extraterrestres. La aventura que protagonizaron Barney y Betty Hill es sin duda la más popular del gé- nero. El 19 de septiembre de 1961 regre- saban de sus vacaciones en Canadá por un desolado camino del estado norteame- &HUBO FRAUDE? En la foto de abajo, el camionero Dionisio Llancá: un caso de abducción con mucha prensa. A la derecha, una recreación artística del hecho y la portada de la revista especializada inglesa Flying Saucer Review, que incluyó el episodio-ocurrido en las cercanías de Bahía Blanca en octubre de 1973- entre los "clásicos mundiales de la ufología". CASOS ARGENTINOS A la izquierda, arriba, Francisco Núñez y su hijo Tito al volante del Chrysler modelo 1933 que los habría llevado a "una ciudad totalmente desconocida". Fue en 1978. Debajo, la foto de Juan José Martínez, vecino de San Cayetano, población balnearia cercana a Necochea: dijo que el 1° de julio de 1989, mientras estaba pescando, "sentí que una fuerza me llevaba lejos, a un lugar donde había cuatro o cinco hombres bajitos, con ventosas en los dedos, que me tomaron las manos y me miraban. No hablaban, sino que emitían un chillido. Después de un rato, me dejaron a cinco kilómetros de donde yo estaba pescando y se fueron". DIONISIO LLANCA'S VERY CLOSE ENCOUNTER UNA METAFORA Una perturbadora pieza dramática norteamericana -Mil aviones en la azotea- escrita en 1988 por David Henry Wang, con música de Philip Glass y escenografía de Jerome Sirlin, recrea un secuestro por extraterrestres. Los críticos vieron la obra como una metáfora de la soledad y la pérdida del dominio sobre el propio destino. SECUESTRADOS POR ET ricano de New Hampshire. A las diez de la noche, detuvieron el coche a un costado del camino para observar dos extraños destellos en el cielo. Betty se asustó mu- cho y le comentó a su marido que aquello no podía ser otra cosa que un platillo vola- dor. El brillante objeto realizó de pronto su- cesivos desplazamientos hacia uno y otro lado de la carretera, hasta acercarse a unos treinta metros de la pareja, que lo ob- servaba aterrada con un par de prismáti- cos. Antes de retomar el viaje, Barney y Betty Hill vivieron momentos de confusión, como si hubieran entrado en un estado de somnolencia. Recién en su casa descu- brieron que una laguna amnésica había eclipsado lo ocurrido durante unas dos ho- ras del trayecto. D ías más tarde co- menzarían las pe- sadillas para Betty: soñaba con esce- nas de lucha con cuatro hombreci- tos, y veía a su ma- rido arrastrado ha- cia el interior de una nave. Estas angustiantes imá- genes nocturnas la persiguieron a lo largo de tres años, al cabo de los cuales el psi- quiatra Benjamin Simon propuso a Betty y a Barney revivir la experiencia bajo hipnosis para ayudarlos a superar el trauma. Del in- tercambio entre los tres emergió una histo- ria asombrosa (posteriormente convertida en el best seller El Viaje Interrumpido, libro escrito por el periodista John Fuller) en la que Betty rememoró con pelos y señales lo ocurrido aquella noche en la carretera: dijo que había sido examinada por pequeños ufonautas de ojos achinados que le clava- ron unas agujas en distintas partes del cuer- po, incluida la nuca y el vientre. El doctor Simon terminó convencido de que los sueños de Betty Hill parecían ser "una fantasía con cierta base inicial de reali- dad". En el prólogo del libro de Fuller, el psiquiatra advertía, además, que "la hipno- sis es una senda que conduce a la verdad tal como la entiende el paciente, y que, en definitiva, puede no guardar relación con la verdad final". Los ovnílogos que defienden la autenticidad de la experiencia, como el etnólogo Thomas Bullard, afirman que misma carece de fuentes culturales de la que pudiera derivar", ya que la pareja "esta- ba libre de toda predisposición". "la El investigador Martin Kottmeyer, en cam- bio, está en desacuerdo: Betty había leído el libro The Flying Saucer Conspirancy (La Conspiración del Plato Volador, escrito por el mayor Donald Keyhoe, que contiene re- latos curiosamente semejantes a sus sue- ños) y, por entonces, ya se habían estrena- do al menos dos películas que ofrecían de- RAPTOS BAJO LA LUPA La primera foto de la derecha muestra un momento de la investigación realizada en la localidad francesa de Cergy-Pontoise (departamento de Val-D'Oise) a finales de 1979. El caso lo protagonizó el joven Franck Fontaine, de 19 años (foto inferior de la derecha), quien dijo haber estado a bordo de un ovni desde el 26 de noviembre hasta el lunes 3 de diciembre de ese año. En la segunda foto de la derecha, el hipnotizador Tony Constantino (izquierda) pone en trance a Jack Weiner (derecha), uno de los cuatro actores del episodio del río Allagash, mientras Raymond Fowler, veterano investigador de los ovnis, observa. Los otros tres hombres que sostuvieron haber sido secuestrados por extraterrestres fueron Charlie Foltz, Jim Weiner y Chuck Rak. Según contaron, el pretendido secuestro ocurrió mientras navegaban en una canoa por el río Allagash, en el estado norteamericano de Maine. El caso fue el primero de este tipo de raptos en que coincidieron los detalles narrados por, al menos, cuatro testigos adultos. En la tercera foto (de arriba hacia abajo) de la derecha, Travis Walton, el hachero de 22 años que el 5 de noviembre de 1975 vivió un extraño caso de abducción en Arizona, Estados Unidos. Al lado, Betty Andreasson, otra norteamericana presuntamente raptada por alienígenas. lay be. ween sleep and wak ing, she saw that a light was shining in thrusach the nichirende Rond ker obdeck Stra S come. strong telovk UFO 10 se whe Ove the UF reached suggested hypnesi Under hypnosis Sara Shaw relat companion had not been alone in the they had always supposed in the tw minute gap of lost tinte, their home ha number of tall, thin aliens who had led t PAREJA FAMOSA Betty y Barney Hill, el matrimonio que protagonizó la aventura más popular en la historia de las abducciones. Ocurrió el 19 de septiembre de 1961 en un desolado camino norteamericano y sólo pudo ser reconstruida mediante regresión hipnótica. La mujer dijo que habían sido secuestrados. John Shepherd en su centro para la detección y comunicación con los ovnis, ubicado en su hogar del estado norteamericano de Michigan. Durante varias horas por día, John trata de "apelar directamente a la mente y el alma" de los extraterrestres para develar el misterio de las abducciones. ¿MILLONES DE SECUESTROS? La encuesta Roper -citada en el texto de la nota- que se realizó a fines de 1991 en los Estados Unidos incluía once pre- guntas generales sobre experiencias inu- suales, cinco de las cuales fueron prepa- radas por Budd Hopkins y el doctor David Jacobs, profesor de Historia y autor del li- bro Vidas Secretas. Los sorprendentes resultados de la investigación -volcados en el libro Unusual Personal Experien- ces- arrojaron, como se dijo, la escalo- friante cifra de 3.700.000 norteamerica- nos que exhiben los "síntomas típicos" del abducido. El respaldo más prestigioso a este estudio fue formulado por el doctor John E. Mack, un psiquiatra de 62 años que pertenece al cuerpo docente de las universidades de Cambridge y Harvard. En el prólogo al infor- me, Mack afirma que "el resultado de la en- cuesta sugiere que cientos de miles, quizás millones de hombres, mujeres y niños nor- teamericanos pudieron haber experimenta- do abducciones o fenómenos del tipo ovni relacionados con las abducciones". El psi- quiatra-autor de una biografía de Lawren- ce de Arabia por la que recibió el premio Pulitzer en 1977- ha iniciado una investi- gación personal sobre la base de 56 su- puestos raptados por alienígenas. Para él, la encuesta Roper enseña que tanto los psicólogos clínicos como otros especia- listas médicos "deben adquirir el suficien- te conocimiento del fenómeno para poder ofrecer a los pacientes una respuesta adecuada". talles médicos en un entorno de secuestro extraterrestre: Invasores de Marte (1953) y Asesinos del espacio (1954). El caso del brasileño Vilas Boas, citado al principio, también abonó la polémica. Aun- que ocurrió cuatro años antes del suceso narrado por los Hill, la historia recién tras- cendió en febrero de 1965. El decano de la ufología brasileña Flavio Pereira -quien in- tegró la Comisión Oficial de Estudios Ovni de las Fuerzas Armadas de Brasil- señaló a Conozca Más que "por falsos escrúpulos o moralina, este caso se conoció antes en el exterior que en nuestro propio país. Para Brasil, sexo más extraterrestres era una mezcla explosiva". Claudier Covo -ovnílo- go paulista especializado en abducciones- cree que la experiencia de Vilas Boas fue real. "Pero si somos honestos, debemos reconocer que surgieron algunas dudas. En aquel tiempo, el hombre compartía una vivienda muy precaria con su hermano y su cuñada. Antonio salía de la adolescencia, y como la casa carecía de paredes diviso- rias, veía y escuchaba todo lo que sucedía en el sector que ocupaba la pareja". No pocos especialistas atribuyeron la his- toria a "la personalidad inmadura del testigo, que habría construido una fantasía erótica compleja a la medida de sus deseos". Entre los rumores que rodearon el relato de Vilas Boas, el más perdurable fue el que lo dio varias veces por muerto bajo los efectos de "radiaciones desconocidas". Pero Antonio Vilas Boas recién falleció en 1991 a causa de un aneurisma cerebral. A partir de este incidente, algunos ufólo- gos influyentes comenzaron a creer que la intención de los extraterrestres consistía en realizar experimentos genéticos con los in- cautos terrícolas. Walter Buhler, el médico que interrogó y revisó a Vilas Boas, fue uno de los primeros en sugerir que los ufonau- tas deseaban crear una nueva cruza-mitad terrestre, mitad alienígena- capaz de adap- tarse a la vida en la Tierra. Pero las especulaciones en torno a visi- tantes del espacio interesados en manipu- lar genéticamente a una selecta población de homo sapiens -recreadas en inconta- bles películas y series televisivas de fanta- ciencia-recrudecieron en los últimos tiem- pos, de la mano de algunos pontífices de la abducción como el ufólogo Budd Hopkins, quien difundió-a través de libros, conferen- cias y entrevistas- la idea de que "un vago presentimiento es suficiente para suponer que pueda haber un rapto alienígena laten- te". En otras palabras: una historia fantásti- ca pero real reprimida en los recovecos de la memoria. La Argentina no ha sido excluida, por cier- to, de los itinerarios de estos supuestos se- cuestradores de otro mundo. Sin duda el caso de abducción más resonante ocurrido por estas latitudes fue el que vivió Dionisio Llanca, un camionero que la noche del 28 SECUESTRADOS POR ET de octubre de 1973 vio una extraña luz amarillenta mientras cambiaba una rueda, sobre la banquina de la ruta 3, cerca de Ba- hía Blanca. Minutos después, según contó, dos hombres y una mujer lo inmovilizaron tomándolo por detrás y le hicieron una pun- ción en la mano derecha. Luego, Llanca perdió el conocimiento. Cuando lo recupe- ró, 48 horas más tarde, en una sala del Hospital Municipal de Bahía Blanca, dijo no recordar nada de lo sucedido. A A partir de ese mo- mento, el actor y ovnílogo Fabio Zerpa, junto con la doctora Norma Mi- lano y otros tres médicos, iniciaron una ronda de inte- rrogatorios bajo hipnosis y pento- tal sódico para "desbloquear" la aparente amnesia del ca- mionero. De esas sesiones emergió una historia compleja y rica en matices, en la que Llanca aseguró haber entrado a una nave a través de un "haz compacto de luz" para luego ser examinado por los presun- tos ufonautas. Zerpa anunció que el relato de Llanca mediante regresión hipnótica de- mostraba que el hombre había sido rapta- do por extraterrestres. Sin embargo, uno de los médicos del equipo, el doctor Smirnoff, acusó al actor de haber inducido las res- puestas del camionero. La investigación conducida por los ufólogos Roberto Banchs y Guillermo Roncoroni concluyó de manera terminante: "Este caso constituye el fraude más sofisticado realizado hasta la fecha". A estas opiniones se sumó la del licenciado Héctor Solari, quien luego de someter a Llanca a una batería de tests psicológicos, consideró que el testigo "no es hábil como tal". Cinco años antes de este caso había tras- cendido otro informe sensacional: un matri- monio de la localidad bonaerense de Mai- pú, mientras manejaba su vehículo cerca de la ciudad de Chascomús, había ingresa- do a un banco de niebla que, según dijeron los cónyuges, les hizo entrar en un estado de sopor del que recién salieron al advertir que ya no estaban en la provincia de Bue- nos Aires sino... en la ciudad de México. Va- rios investigadores intentaron, sin resulta- dos, dar con el paradero de la pareja. Pero la historia nunca pudo ser confirmada y al- gunos la relacionaron con un ardid publici- tario previo al estreno de la película argenti- na Che Ovni. En años sucesivos, nuevos episodios de es- te tipo, pero con nombre y apellido, seguirí- an nutriendo la crónica argentina de presun- tas abducciones. El 6 de julio de 1978, Fran- cisco y Tito Núñez, padre e hijo respectiva- mente, dijeron haber sido "teletransporta- Ezekiel Captext to 2. EZHICALS Vision ¿HA SIDO USTED ABDUCIDO? Quienes investigan los secuestros afir- man que algunos síntomas son comunes a la gente que sostiene haber sido raptada por alienígenas; pero que los mismos sín- tomas pueden denunciar también proble- mas de salud muy concretos que requie- ren atención médica. ● El tiempo desaparecido: Una brecha en la memoria podría significar que una per- sona ha sido raptada, y fue obligada por sus raptores extraterrestres a olvidar la ex- periencia. ● Terror irracional: Se dice que un miedo pánico asalta a los secuestrados cada vez que se acercan a determinados lugares, ven un helicóptero que se cierne sobre ellos o se encuentran en otras situaciones que recuerdan al trauma reprimido. Y pue- den reaccionar con ansiedad a películas, crónicas periodísticas y libros que traten de los ovnis y de encuentros con extrate- rrestres. ● Desórdenes nocturnos: Los supuestos secuestrados pueden tener dificultades para conciliar el sueño, y es frecuente que sólo logren un dormir muy ligero. Muchos sueñan con naves espaciales o extrañas criaturas de ojos enormes; algunos, inex- plicablemente, se despiertan noche tras noche a la misma hora intempestiva. ● Hemorragias: Al despertar, algunos se encuentran con sangre en sus almohadas; podría ser un efecto residual -piensan- de la implantación o la eliminación quirúrgica de aparatos de rastreo colocados por los extraterrestres en sus narices u oídos. ●Daño físico: Los secuestrados descu- bren también enigmáticas marcas en sus cuerpos. Pueden ser pinchazos, heridas punzantes o raspones. LA VISION DE UN PROFETA La más vívida y elaborada de las posibles visiones bíblicas de alienígenas proviene del profeta Ezequiel, sacerdote de un asentamiento judío durante la cautividad en Babilonia. Cuando el profeta tenía 30 años -alrededor del 593 a. de C.- tuvo una visión extraordinaria: "Mientras miraba, he aquí que un viento de tormenta vino del norte, y se formó una gran nube que brillaba todo alrededor y lanzaba fuego hacia adelante en forma continua, en medio del fuego, como deslumbrante bronce. Y del centro surgieron cuatro criaturas vivientes. Y ésta era su apariencia: la forma era como la de los hombres, pero cada una de ellas tenía cuatro caras, y cada una de ellas tenía cuatro alas". La descripción de Ezequiel (ilustrada por el antiguo grabado de la izquierda) inicia el libro del Antiguo Testamento. (LAUGE PURSE) UKSESHOWS ki Shay Seth Cocany white Fale Fuk Lips Hi Chak Be HUELLAS En las fotos de la izquierda, marcas dejadas en las piernas de la señora Kathie Davis tras su presunto rapto en los Estados Unidos en 1988. Abajo, dibujos de la propia protagonista ilustrando al supuesto alienígena y los instrumentos del "examen". La señora Davis también evocó su aventura mediante regresión hipnótica. dos" con su automóvil, un Chrysler modelo 1933, cuando circulaban por un camino men- docino rumbo a Luján de Cuyo. "De pronto, notamos que el auto comenzó a elevarse del piso-narraron entonces a la prensa- y senti- mos un poco de frío y una sensación agrada- ble. En pocos segundos estábamos sobrevo- lando una ciudad totalmente desconocida, extraña y rojiza, con edificios altos... pero sin señales de vida..." Los Núñez dijeron que a los 15 minutos estaban de vuelta en la carre- tera mendocina. Hace pocas semanas, en diálogo con Conozca Más, Tito Núñez, mecá- nico de autos, sostuvo que la aventura sólo fue protagonizada por su padre, ya fallecido. Los ufólogos de Mendoza dicen que Núñez se niega a admitir su participación para "no remover el avispero". En julio de 1989 trascendió que el electricis- ta Juan José Martínez, de 38 años, vecino de San Cayetano -un balneario bonaerense cercano a Necochea- "había desaparecido por varias horas" mientras se hallaba pes- cando con dos amigos en una laguna. Sus compañeros de excursión lo buscaron in- fructuosamente durante varias horas y deci- dieron volver al pueblo para dar aviso a la policía. Cuando retornaron a la laguna, Mar- tínez los estaba esperando: les dijo que ha- bía perdido el conocimiento y que cuando lo recuperó estaba a cinco kilómetros de dis- tancia de allí. Pero rehusó revelar a la policía y a la prensa más detalles sobre lo sucedi- do. Según trascendidos, Martínez había pactado con sus amigos no contar a nadie "que había tenido un contacto con extrate- rrestres". Ante el enviado de Conozca Más, Martínez dijo que efectivamente había sido raptado "por tres o cuatro hombres oscuros y bajos que tenían ventosas en los dedos. Me observaron con detenimiento, no me preguntaron nada y yo tampoco a ellos, y después me soltaron. Ellos no hablaban, si- no que emitían unos chillidos". El asombro primero, y la incredulidad des- pués, suelen teñir las reacciones de quienes escuchan estas historias. Pero quizá la hipó- tesis sobre abducción más resistida sea la que enarbola Martin Cannon, un artista plás- tico de Los Angeles. En realidad, Cannon niega la noción de abducciones compartida por la mayoría de los ufólogos. Para él, la Agencia Central de Inteligencia tiene mucho que ver con estos episodios: "El fenómeno ovni de secuestro de personas podría ser una continuación de las operaciones clan- SECUESTRADOS POR ET EL VISITANTE CALVO Una noche de 1976, mientras el doctor Herbert Hopkins se hallaba trabajando en un supuesto caso de abducción registrado en el estado norteamericano de Maine, recibió una extraña llamada telefónica. La atendió en su casa, encontrándose solo. La voz le dijo que hablaba en representación de un grupo de investigación sobre ovnis de Nueva Jersey (Hopkins descubrió más tarde que el grupo no existía). El interlocutor le dijo a Hopkins que quería verlo para discutir el caso del rapto de Maine, y el médico aceptó. Más tarde, reflexionó sobre lo curioso de haber aceptado tan fácilmente la propuesta. Sin embargo, en ese momento a Hopkins no le resultó extraño que un curioso visitante apareciera en el umbral de su puerta sólo unos segundos después de cortar la comunicación. El hombre era calvo, sin cejas ni pestañas. Vestía un traje negro, una corbata también negra y una camisa blanca resplandeciente. "Pensé, se ve como un funebrero", dijo Hopkins más tarde. El recién llegado tenía además el rostro pálido como un cadáver y los labios pintados. El médico comenzó a charlar con el extraño sobre los detalles del caso. Al rato, cuando el visitante se puso de pie para irse, Hopkins advirtió que sus movimientos no eran firmes. Sus palabras de despedida fueron: "Me estoy quedando sin energía. Debo irme. Adiós". El misterioso hombre calvo, en realidad, no difería mucho de los célebres hombres de negro, o MIB, como se los conoce en el ambiente ufológico: humanoides que emergen amenazantes en las vidas de los testigos o investigadores de ovnis. December WONDER Stories 15 NOW 15 HUGO THE TIME EXPRESS" by Nathan Schachner THE ROBOT TECHNOCRAT WONDER Stories DAYERS A NUGO CEANSBACK Editor The WEIRDEST Visitor the Earth has ever seen! ABDUCCIONES URBI ET ORBI El periodismo, la literatura de fantaciencia, as revistas de historietas y el cine se cuparon profusamente, en los últimos ños, del tema de las abducciones. Los estimonios de presuntos secuestrados or extraterrestres comenzaron a multiplicarse a partir de la década del esenta, tanto en Brasil como en los stados Unidos, en Italia, Japón y ustralia. También hubo casos resonantes n la Argentina. Prácticamente no hubo eriódico en el mundo que no registrara denuncias de personas que informaban no sólo haber visto ovnis, sino también haber sido llevadas a bordo de platillos volantes en contra de su voluntad. Lo más sugestivo es quizás la afirmación común de que tras haber observado un ovni, las víctimas comprobaron que no recordaban nada de lo sucedido inmediatamente después de la visión. Había siempre un "bache" en la memoria, como si durante dos, tres o más horas hubieran ingresado en un repentino y profundo estado de somnolencia. destinas de control de opinión que realiza la CIA". Cannon dice que la famosa central de espionaje norteamericano posee la tecno- logía necesaria para realizar cierto tipo de implantes cerebrales "inductores de emo- ciones y conductas en la gente". Se trataría, dice, de minielectrodos capaces de provo- car "sensación de flotar, excitación sexual y sentido alterado del tiempo". En conse- cuencia, para él los secuestros "son reales, pero los captores no son precisamente alie- nígenas". Como era presumible, Mark Mansfield, el vocero de la CIA, enjuició con dureza la teoría de Cannon: "En mi vida es- cuché nada tan ridículo", dijo. A esta altura de la polémica, una encues- ta realizada por la Organización Roper -reconocida empresa norteamericana de sondeos de opinión- vino a añadir un in- grediente novedoso a la controversia: el estudio reveló que el dos por ciento de los estadounidenses adultos presentaba la "sintomatología clásica" del abducido. Es- te porcentaje representa nada menos que a 3.700.000 posibles secuestrados por extraterrestres. Entre los abduccionistas más acérrimos, la cifra provocó un entu- siasmo desbordante. Pero Philip Klass, el investigador escéptico más temido y res- petado por los ufólogos norteamericanos, no se ha dejado impresionar por aquella cifra millonaria de potenciales abducidos. "Entre las once preguntas que integran el cuestionario de la encuesta, una decía: ¿Ha escuchado o leído alguna vez la pa- labra trondant y conoce su significado se- creto?' La pregunta tenía la finalidad de calibrar la fidelidad de las respuestas de la gente, ya que dicha palabra no existe. El uno por ciento de los encuestados (casi dos millones de personas) afirmó que la conocía. Pero dichas respuestas fueron excluidas caprichosamente de la evalua- ción final. Toda la encuesta ha sido mani- pulada", concluyó Klass. Convencido de que los científicos deben ser permeables a ciertas dosis de fantasía, Klass entiende que "es conveniente mantener un pruden- te control sobre los efectos de esas fanta- sías para no caer víctimas de imprevisi- bles juegos de la mente". El insólito y apasionado debate sobre las abducciones, mientras tanto, continúa abierto. Herbert Ballard, un doctor en física que asesora a la NASA sobre la temática ovni, lejos de pretender cerrar la polémica, opina que "pese a nuestro escepticismo, creemos que hay en este terreno muchos relatos incomprensibles, pendientes de aclaración. En realidad, todo el fenómeno ovni es aún inexplicable para nuestra cien- cia actual". Desde Nueva York: Alberto Oliva Desde San Pablo: Nelson Cerqueira Desde Mendoza: José Félix Suárez